La moda siempre ha seguido un patrón fácilmente detectable a la hora de transmitirse entre “países influenciadores” y “países receptores”. Es decir, que siempre ha habido lugares donde hay más creadores de tendencias, otros en los que predominan las personas que se inspiran de estos creadores para innovar en sus lugares de residencia.
Gracias a internet, obviamente ha dejado de ser necesario viajar a estos países innovadores en moda para inspirarse. Es tan sencillo como seguir a las personas correctas en distintas redes sociales para ver qué es lo que se cuece en las capitales de la moda.
Por ello, es mucho más fácil y rápido adoptar las nuevas modas, vivas donde vivas. Entonces, no solo es posible llevar la última moda hasta en la isla más recóndita. Sino que también es posible crearla. Como siempre, internet ha marcado un antes y un después. Tiempo al tiempo.